Te cuento mi diario mio dmi, que hace tiempo quería desahogarme... es que me estaba ahogando, asfixiando, de tanto querer escribir y escribir, pero solo para mi.
Aprender a leer y escribir es, nuestro destino corregir... Es como, salir de la cárcel después de muuuuchos años para encontrar la libertad de leer lo que otros rechazan y describir todo lo que tus ojitos ven. Es como revivir... Es ir y venir pensando, cómo te habías dormido tantos años sin ver la luz de la lectura y la escritura...
Pero, para qué te cuento, meha costado demasiado sempre... De día, desde las 6 de la mañana hasta las 6 de la tarde ¡A trabajar! Todas las noches: ¡A estudiar!, pasar las clases, estudiar, hacer las tareas, repasar, rehacer... Y un poquito "chisir", iquirar, digo, dormir.
Mis amigas me decían -¡Aguántese! Quién le ha dicho que se meta con las letras-
Y yo les contestaba:
-Me aguanto pues... porque el día que sepa todo, ustedes y los demás, me aguantarán tooodo lo que tengo que decirles desde hace muuucho tiempo, y si supieran cuánto tengo k'epichado, digo, guardado.
Nunca me olvido... en esas laaargas noches de insomnio, de trasnochadas bien desveladas; se me thayachaban, digo, me congelaban mis t'usitos, mis piernitas. Mi lejwe, digo, mi cerebro decía "alalau"... Esas noches sí que eran de velas, pero de velas chorreadas de mi naricita... es que de tanto frío, estaba estido.
Aprender a leer y escribir es, nuestro destino corregir... Es como, salir de la cárcel después de muuuuchos años para encontrar la libertad de leer lo que otros rechazan y describir todo lo que tus ojitos ven. Es como revivir... Es ir y venir pensando, cómo te habías dormido tantos años sin ver la luz de la lectura y la escritura...
Pero, para qué te cuento, meha costado demasiado sempre... De día, desde las 6 de la mañana hasta las 6 de la tarde ¡A trabajar! Todas las noches: ¡A estudiar!, pasar las clases, estudiar, hacer las tareas, repasar, rehacer... Y un poquito "chisir", iquirar, digo, dormir.
Mis amigas me decían -¡Aguántese! Quién le ha dicho que se meta con las letras-
Y yo les contestaba:
-Me aguanto pues... porque el día que sepa todo, ustedes y los demás, me aguantarán tooodo lo que tengo que decirles desde hace muuucho tiempo, y si supieran cuánto tengo k'epichado, digo, guardado.
Nunca me olvido... en esas laaargas noches de insomnio, de trasnochadas bien desveladas; se me thayachaban, digo, me congelaban mis t'usitos, mis piernitas. Mi lejwe, digo, mi cerebro decía "alalau"... Esas noches sí que eran de velas, pero de velas chorreadas de mi naricita... es que de tanto frío, estaba estido.
"No importa cómo ni dónde, pero es necesario cambiar,
para no seguir siendo incapacitados"